martes, 10 de mayo de 2011

La comunicación

La comunicación es un proceso que tiene ciertos elementos como el contexto, las personas que intervienen, el canal o medio, el mensaje que se quiere transmitir o la decodificación del mismo y los ruidos internos o externos que hay en uno mismo o en el ambiente.

Además comunicarse implica intercambiar significados de como percibimos la realidad por lo tanto se relaciona con nuestras creencias, valores, sentimientos, pensamientos, intencionalidades y representaciones sociales. Por esto creemos que la comunicación tiene un gran potencial para conocer al otro, respetar la diversidad, resolver problemas, aprender cooperativamente.

Sin embargo no siempre la comunicación es eficaz, por eso debemos tener presente que debe haber una concordancia entre lo que se dice y lo que se hace ya que existe una relación entre la identidad (lo que se es ) la comunicación (lo que se dice) y la imagen(lo que se cree que es).

A continuación mencionaremos algunas características de la comunicación efectiva:


CLARIDAD. El lenguaje y la manera de transmitir debe ser acorde y accesible a quien va dirigido.
INTEGRIDAD. La comunicación actúa como lazo integrador entre los miembros de una escuela, que ayudan a la cooperación y a la realización de los objetivos institucionales.
EQUILIBRIO. El plan de acción educativo debe ir acompañado de un plan de comunicación
MODERACIÓN. La comunicación formal en la institución educativa debe ser necesaria y en forma concisa.
DIFUSIÓN. La comunicación formal dentro de la escuela debe realizarse por escrito y por los canales adecuados, para evitar papeleo innecesario.
EVALUACIÓN. Los sistemas y canales de comunicación deben revisarse y mejorarse periódicamente.

El proceso comunicativo tiene dos aspectos importantes la empatía y la escucha activa, lo mencionamos no solo para saberlo si no también para ponerlo en práctica.

Empatía

La empatía es una habilidad de la persona a inferir los pensamientos y sentimientos de los otros, lo que producirá sentimientos de simpatía, comprensión y ternura. De alguna manera aquel que escucha puede tener la habilidad cognitiva o emocional. La primera es la comprensión del estado interno o de los modos de ver el mundo y la segunda implica lo afectivo que es la reacción emocional por parte del que escucha a colocarse en el lugar del otro. Por ejemplo cuando uno tiene un amigo y nos cuenta que perdió el trabajo nos afecta emocionalmente porque nos ponemos en el lugar de él y lo "sufrimos" con él. La habilidad entonces está relacionada con la toma de conciencia e implica el reconocimiento, comprensión y apreciación del sentimiento de los demás.

Hay distintos grados de empatía:

· Reconocer las emociones y sentimientos del otro, solo esto.

· Reconocer los sentimientos del otro y saber porque se siente así.

· Responder a los sentimientos del otro en la medida y la forma que el otro necesita.

Esta habilidad nos puede ayudar en nuestra conducta social, ya que hay una estrecha relación entre la empatía y la calidad de las relaciones.

Escucha Activa

En la relación interpersonal a través del lenguaje verbal y no verbal nos comunicamos. No debemos olvidar que la comunicación eficaz no solo se debe a expresarnos claramente sino también a saber escuchar, que se demuestra a través de la mirada, gestos, una postura abierta o en el parafraseo o reformulación de lo que nos dicen.

Por otra parte lo que obstaculiza la escucha activa son las distracciones externas o internas, los prejuicios, la alteración emocional al sentirnos atacados o manipulados por el otro y nos ponemos en una actitud defensiva.

Para que esto no impida nuestra relación con el otro les sugerimos:

-Buscar un lugar, momento y persona adecuada para hablar, sobre todo si es una situación problemática la cual puede involucrar la vulnerabilidad de otros.
-Crear un ambiente de confianza y libertad.
-Tener una actitud positiva hacia la escucha, tratando de hacer un vacio interno para recibir sin prejuicio u opiniones previas aquello que el otro tiene para decir.
-Estar atento al lenguaje del otro ya sea verbal , tono de voz, intensidad o corporal.
-No ser impaciente, ni interrumpir si el otro habla.
-Preguntar sobre los temas que no entiendas o quieras ampliar.

Por último destacamos que la comunicación es un proceso reciproco y el éxito de ella es responsabilidad tanto del emisor como del receptor. Además es dinámica ya que intercambia el papel del comunicador y del que escucha activamente. Las ventajas que puede aparejar son una mejor convivencia, orientación en la resolución de conflictos, a ser comprendidos y a comprender y respetar al otro.

sábado, 30 de abril de 2011

Las habilidades sociales

Desde que nacemos necesitamos del otro para poder sobrevivir, no solo en cuestiones materiales, biológicas o psicológicas sino también afectivas. Cada uno de nosotros nació y creció en el seno de una familia, con características particulares con personas singulares, en un hogar con mayor o menor grado de cohesión, vinculación, contención, confianza o amor. En contextos específicos que influenciaron y formaron nuestro modo de percibir y actuar en el mundo.

Cuando se nos presenta un problema por ejemplo afloran nuestras habilidades o no sociales que hemos adquirido a lo largo de la vida, son formas de enfrentar las adversidades o solucionar nuestros problemas. Si nos ponemos en lugar de un niño que ve a sus padres resolver los problemas económicos, de pareja o de trabajo no solo a los a los gritos sino también con amenazas, golpes e insultos no es difícil imaginar como este niño resolverá sus problemas en un futuro. Lo importante es saber que se puede modificar estas pautas de conducta y que el docente en la escuela junto con el servicio de orientación, el equipo de gestión y otras instituciones sociales nos pueden ofrecer ayuda para crear distintas estrategias y lograr que los aprendizaje puedan desarrollarse en un entorno favorable. Esto no quiere decir que este exento de problemas pero sí que las dificultades que se presenten puedan significar la posibilidad de un salto cualitativo en uno mismo y en las relaciones personales.

Arón y Milic afirman que las habilidades sociales poseen distintas dimensiones como los atributos de la habilidad, la situación en que está se manifiesta y los procesos involucrados.

Con respecto al ambiente, la familia es el primer contexto social del niño y es considerado como la matriz social en que se aprenden los primeros comportamientos interpersonales. El contexto escolar es la segunda gran agencia socializadora que tiene como tarea la educación del niño. Tenemos que ser conscientes que dentro de las aulas se enseña no solo lo que está escrito en la planificación sino también a través del curriculum oculto, es decir, lo que no está explicito como las interacciones entre compañeros, las relaciones de poder, los espacios que se ocupan, las representaciones de los buenos o los malos alumnos, la disciplina, etc.

Nos preguntamos si el docente reflexivo, afectuoso, autónomo y comprometido puede influir positivamente en el desarrollo de destrezas o de habilidades sociales. Por otro lado si el alumno en su casa está totalmente desprotegido, es posible que la influencia de la institución educativa pueda torcer destinos que son vistos como inevitables.

Otro aspecto del ambiente es el grupo de pares allí el alumno tiene la posibilidad de autoconocerse y de entrenar las habilidades sociales como el diálogo, el respeto, la solidaridad, la tolerancia como también sus propias limitaciones. Por esto es necesario crear espacios en que el alumno pueda expresarse, en tanto que la socialización es un proceso que se da en las situaciones cotidianas.

Otra dimensión de las habilidades sociales es la dimensión personal, ya que la conducta social son conductas aprendidas, resultado del ambiente y determinantes personales, Arón describe algunas de estas variables personales como el temperamento, el género, la inteligencia entre otros, a continuación describiremos algunos.

El temperamento tiene una fuerte incidencia en la conducta social, desde nuestro nacimiento tenemos ciertos rasgos que están presentes en nuestro comportamiento y que nos acompañan durante toda nuestra vida, puede ayudarnos o no adaptarnos a los cambios que se nos presentan en el ambiente de manera fácil, lenta o reaccionariamente.

El Género “el ambiente social reacciona en forma diferente frente a hombres y mujeres, moldeando su conducta de género al reforzar distintos patrones de comportamiento que pueden llevar a desarrollar distintos estilos en la competencia social del niño o la niña.” Por ejemplo se refuerza la conducta de la niña donde pone en juego la habilidad de comunicación e interacción y en el niño se refuerzan conductas como la competitividad en el juego o la conducta agresiva.

Factores afectivos son otra dimensión de las habilidades socioafectivas que implica en principio poder reconocer y etiquetar las emociones de los otros y por otra parte es aprender a expresar un gran abanico de sentimientos y emociones personales. Entre las emociones disfuncionales que se relacionan con los problemas en la interacción social se encuentra la ansiedad y los sentimientos depresivos y tienen efectos inhibitorios en la conducta. Por esto es importante que se tengan en cuenta el tipo de disciplina que se maneja en el aula o la escuela ya que los castigos y las críticas negativas pueden perjudicar al niño.

1. Introducción

Hoy nos encontramos frente a una realidad difícil de comprender y sobre todo de actuar adecuadamente.

Podemos observar distintas desigualdades e injusticias en nuestro entorno como la creciente inflación, desocupación, bajo sueldo, corrupción política, como también cambios en cuanto la globalización, los avances tecnológicos, nuevos modos de percibir e interactuar con los otros. Nos preguntamos, qué nos mueve a seguir teniendo esperanza en el hombre, qué posibilidades tenemos de transformar nuestro entorno, qué podemos hacer como educadores, como padres o como miembros de esta sociedad.

Pablo Freire apela a la reflexión y al diálogo con el otro, para que la palabra unida a la acción nos constituya y nos comprometa a transformar la realidad. Los invitamos a repensar cuál es nuestra función cómo educadores en una sociedad altamente compleja, con el deseo de poder brindar una orientación y que desde nuestro lugar podamos indagar, pensar y actuar en la realidad en que vivimos, para que cada vez más podamos mejorarnos como personas.